(en ¡Nochebuena!)
Haz feliz a un niño.
Es el màs encantador espìritu navideño.
Hazlo, si, mira, a ese que va llorando por las calles,
(calles que han sido siempre su morada)...
Hazlo: a ese niño que la noche le murmura que se duerma
para ya no verlo triste...
y a esa niña que practica lo de una madre angustiada...
A todos ellos: inocentes caritas infantiles que aguardan,
a lo que llamamos ¡Nochebuena!
Sin abrigo. Unicamente acompañados,
por la tristeza de sus padres...
sin un pan sobre la mesa donde nunca se ha posado,
un manjar como cena navideña, que por lo menos esta noche,
deberìa ofrecer la ¡Nochebuena!
